Asi me siento muchas veces. A través de Su palabra me doy cuenta que lo que me hace falta es buscar la cara De Dios y pedirle que me enseñe a beber el agua que Cristo le ofreció a la mujer Samaritana (San Juan: 4). Sed tenemos pero ni nos damos cuenta. Cristo y solo Cristo sacia esa sed y sana el dolor producido por negarle su sitio en nuestro corazón y las consecuencias que resultan cuando bebemos de pozos contaminados. Pero lo que me estremece tanto es como El nos sigue queriendo y buscando. No hay nadie como El. Nadie.

Salmo 23
En una conferencia de mujeres en Monterrey, Dámaris habló de el salmo mas famoso, Salmo 23, escrito por David.  En dos charlas, describió lo lindo que es tener un pastor como Dios, y ser una oveja siguiéndole.  Escucha los dos aquí.

La Vid es una iglesia magnifica, pastoreado por Rev. David Orozco.  Su familia y la familia de Dámaris son amigos de mas de cincuenta años.  Aquí puede ver unos fotos:
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